Trata de Arquitectura, pero no es sobre Arquitectura
Mirko Zardini
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Bijoy, solo han pasado cinco años desde su anterior monografía en El Croquis, pero desde entonces su estudio ha experimentado un cambio notable, con nuevas sedes y proyectos, próximos a inaugurarse en Italia, Japón y Francia. También los proyectos en India presentados en aquella monografía se han construido, su principal oficina se ha trasladado de Alibag a Bombay, y el mismo Bombay está viviendo un período de rápida transformación. La propia condición urbana es drásticamente distinta de la de hace apenas unos pocos años.
El ritmo de reedificación de los últimos cinco años es impresionante; incluso será aún mayor en los próximos diez. Mucho suelo urbano se ha dejado libre de asentamientos 'informales' para construir en su lugar rascacielos. Pero para poder hacer esto, los promotores han de realojar a los habitantes desplazados. Es una actuación que se conoce con el nombre de Plan de Rehabilitación de Infravivienda (Slum Rehabilitation Scheme), una estrategia política que está remodelando y redefiniendo la región metropolitana del gran Bombay.
Sin embargo, aquí sentados en Saat Rasta, su nuevo estudio, se tiene una percepción distinta de la condición urbana. En este proyecto, en el que usted aborda la transformación de un antiguo almacén, ocupando el lugar a partir de una agrupación de patios que permite que la luz penetre hasta el fondo de las plantas, ha conservado el muro original que da a la calle, subrayando la cruda diferencia entre el exterior (la ciudad) y el interior. Y la vegetación, que a menudo puede ser una idea a posteriori, desempeña un papel significativo en la conformación de esta atmósfera: las plantas comienzan casi a invadir el espacio, la arquitectura empieza a operar más como un mecanismo organizativo, y aunque es todavía perceptible su presencia se va mitigando. ¿De qué forma ha entendido usted este cambio tipológico en la ciudad de Bombay?
El cambio experimentado en Bombay, desde los asentamientos 'informales' a los rascacielos, obedece al incremento exponencial de la población; a la mayor densidad que suscita y genera la enorme cantidad de personas que se traslada a los centros urbanos. Sin embargo, este cambio de estrategia edificatoria descuida la relación con la tierra y con otros elementos primordiales, como el agua, el aire y la luz. Yo entiendo Saat Rasta más como un armazón, o como un colector, donde el espacio permanece abierto para atraer y retener estos elementos e implementarlos en los espacios intersticiales entre las habitaciones. De modo similar, esta relación con la tierra y otros elementos puede procurarse también de forma vertical, haciendo mayor la cantidad de superficie expuesta a ellos, lo que permite absorber y ampliar su potencial.
¿Qué significa para un proyecto estar abierto? ¿Significa que puede cambiar, evolucionar, mutar, filtrar…?
Lo que construye una ciudad son los espacios intermedios, las separaciones y los ámbitos abiertos entre las partes que la integran, espacios que definen las ciudades y las determinan, que les permiten respirar, en cuanto devienen mecanismos que procuran que un edificio se extienda hasta el paisaje y viceversa. Las normativas determinan las dimensiones de estos espacios intermedios, pero siempre hay oportunidades para definir sus aspectos cualitativos.
En sus proyectos hay una especial atención hacia el espacio exterior. La Casa Solo, las Viviendas Kasauli, el Estudio textil Ganga Maki o incluso las Casas Patio Saat Rasta, son sólo algunos de los ejemplos de su trabajo que evidencian que su arquitectura enmarca los espacios exteriores, unos espacios que resultan tan importantes como el propio edificio.
Mientras proyectaba la Casa Solo atravesé una crisis familiar. El proyecto refleja ese cambio personal: muestra una casa cortada de un tajo por la mitad, con las mitades separadas. El corte, que viene marcado por un gran elemento circular lleno de agua, se convierte en un nudo intersticial entre las dos casas. La estrategia del proyecto consiste en aprovechar como punto de partida un manantial existente (encontrado un poco más allá, pendiente arriba) y recoger el agua sacando partido de la orientación y ubicación del lugar, conduciéndola sencillamente siguiendo la inclinación de la ladera.
La idea que subyace tras este espacio intermedio en la Casa Solo es que sea un lugar de descanso (un sitio donde los viajeros de paso puedan encontrar agua, un fuego, algunas mantas) un lugar semi-cubierto en el que poder descansar y seguir camino al día siguiente. De modo que la captación de agua se convierte en la razón de ser de esta construcción, un espacio con agua que adquiere la cualidad de encontrarse suspendido entre el interior y el exterior.
El agua ha sido un elemento recurrente en muchos de sus proyectos anteriores, y sigue manteniendo una presencia destacada en los proyectos actuales. ¿De dónde procede esa pre-ocupación por el agua como elemento arquitectónico y atmosférico al mismo tiempo?
Sin agua no me siento ligado a la tierra. Incluso en su ausencia puedo adivinar cómo el agua podría haber ocupado y dado forma a un espacio en otro tiempo. Es algo intrínseco a mi arquitectura. Uno de mis primeros proyectos en la escuela de arquitectura fue el de un área de juegos. Aquel proyecto se inspiraba en un depósito de agua escalonado que había cerca de mi casa, en el que yo jugaba de niño (ya no puedo recordar su tamaño). Y pese a que el lugar asignado para el ejercicio no tenía agua, intenté replicar las mismas condiciones del área de juego de mi niñez, consiguiendo introducir algunos de sus elementos, entre ellos, el agua. Hace poco, alguien me dijo que el primer proyecto que haces en la escuela es el que sigues haciendo el resto de tu vida. Pues bien, mi primer proyecto como estudiante tuvo que ver con el agua y ha seguido siempre conmigo.
Mientras las ideas que hay detrás de su arquitectura son sistemáticamente cuestionadas e incorporadas al trabajo de la oficina, el 'cómo' parece estar cambiando continuamente. En los últimos años, la organización y el funcionamiento del Studio Mumbai se ha transformado sustancialmente. ¿Qué ha ocasionado tal cambio en la práctica y el funcionamiento de su oficina?
Yo no hablaría tanto de cambio como de evolución. Antes del primer monográfico de El Croquis, todo lo que hacíamos se producía dentro del propio estudio. Era un entorno controlado, aunque yo tuviera que encargarme de bastantes tareas de gestión mientras visitaba las obras, dirigía el estudio, me reunía con los clientes o coordinaba un equipo de 250 personas. Luego, sobrevino un momento en el que surgió una enorme demanda de oficios (bien pagados) y muchos de los artesanos que estaban con nosotros, particularmente los carpinteros, decidieron marcharse y trabajar para otros. Cuando se fueron, el ecosistema del estudio colapsó —eso pasó en 2013, justo antes de mi estancia en el Canadian Centre for Architecture (CCA) para organizar la exposición Rooms You May Have Missed de 2014—. Y el Estudio textil Ganga Maki en Dehradun, India, se construyó en ladrillo, piedra y cal, como alternativa a la ausencia de carpinteros. Encontramos una forma de construir una arquitectura que diera respuesta al mismo espíritu sin que tuviera que confiar su éxito a los trabajos de carpintería. Todos los cercos y la estructura se construyeron en piedra. De hecho, el proceso de construcción no fue muy diferente del que se hubiera practicado con uniones en madera.
Pero lo importante fue que el estudio empezó a abrirse, y que yo mismo empecé a trabajar en un campo más dinámico y abierto. Traté con grupos diversos de operarios (procedentes de diferentes regiones geográficas, tanto de India como del extranjero) y mantuve una colaboración muy importante (también para el estudio) con Ruedi Krebs, un maestro cantero suizo con un profundo conocimiento y saber hacer del trabajo con piedra y cal, pero también, de las intervenciones en edificios históricos. Ruedi vino al Estudio textil Ganga Maki y acampó en la obra durante tres meses. Durante ese tiempo, transmitió su conocimiento a treinta jóvenes operarios bengalíes que se han hecho expertos en el trabajo con cal. Lo hizo por su propio deseo, sin querer ninguna compensación a cambio. Y esto construyó toda una nueva infraestructura.
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