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El Tejido de la Realidad. Una Conversación con Bijoy Jain (PDF Gratis)

Bijoy Jain El Croquis 200 Studio Mumbai

El Tejido de la Realidad

Inmaculada Maluenda y Enrique Encabo

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Nuestro primer encuentro con Bijoy Jain se produjo en Saat Rasta, un complejo en la zona metropolitana de Bombay donde se ubican su estudio y cinco viviendas-patio, articuladas a lo largo de un corredor privado al aire libre. Este eje desemboca en el núcleo del espacio de trabajo, un claustro repleto de maquetas de jabón, cestas con fragmentos de obsidiana, mastabas de ladrillos en miniatura y esculturas apiladas de animales que se arremolinan en torno a una plumeria.

Tras las cortesías de rigor se decidió, de común acuerdo, que la conversación que mantuviéramos a lo largo de los siguientes días carecería de horario y estructura fija, según dictasen las condiciones del momento. Dado que era época de monzón en el estado de Maharashtra, el brazo de mar que separa Bombay de Alibag (emplazamiento de las primeras obras de Studio Mumbai) resultaba casi impracticable. De modo que el arquitecto sugirió que tomásemos un avión a Dehradun, en las faldas del Himalaya, para visitar el complejo de diseño textil y fabricación artesanal Ganga Maki.

 

Entrevista con Bijoy Jain ( Studio Mumbai ) para El Croquis 200 (PDF Gratis)

 

I. DIÁLOGO Y COMUNIDAD

Aeropuerto de Bombay, área de salidas

Bijoy, nos gustaría que la identidad, un tema muy presente en su trabajo, sirviese de guía durante toda la conversación. Con identidad nos referimos a los diferentes aspectos implicados en la adaptación o el rechazo de las condiciones cambiantes del mundo contemporáneo, algo que suele abordar su arquitectura. ¿Está usted de acuerdo?

 

En efecto, interpreto la identidad como una condición cultural que, ligada a la gravedad, la topología y la topografía conforma el carácter de cada lugar. Añadiría, además, el agua, para mí, la base de nuestra civilización y a la que todos estamos conectados de un modo universal. Me refiero a que la arquitectura que se esfuerza en buscar su genius loci en la presencia o ausencia del agua es capaz de permanecer potencialmente abierta, para así absorber y recibir lo que sucede en un mundo en transformación.

En la literatura sobre India suelen aparecer, de forma recurrente, dos temas. El primero, tiene que ver con las pequeñas comunidades que conforman la organización del país; usted mismo lo acaba de expresar: "todos estamos conectados de un modo universal". El segundo se centra en la importancia que desempeña lo artesanal en el ámbito socioeconómico. ¿Cree que su oficina, una comunidad que confía en la artesanía como sistema de producción, refleja este contexto?

Entiendo que el desafío para el estudio consiste en mantener la conectividad dentro de un marco ontológico más amplio, como el que prevalece en el panorama actual. Para mí, éste sería el contexto en el que trabajar; y su clave subyace en establecer un diálogo ininterrumpido con el conjunto de personas involucradas, todas aquellas que se han unido con un fin común. El que eso ocurra en Japón, India, Europa o cualquier otro sitio no lo considero tan relevante. Desde mi experiencia, construir no es más que el proceso que refleja la creación de este tipo de relaciones. Relaciones que, aunque no se expresen de manera inmediata, acaban manifestándose en la arquitectura de un modo u otro. En mi opinión, éste sería el propósito de lo artesanal en nuestra práctica.

¿Cuántas personas trabajan con usted en Studio Mumbai? Hace años llegaron a ser más de un centenar… ¿Cómo describiría el espacio de trabajo de su oficina?

En términos estrictos, desde el traslado del estudio de Alibag a Bombay, somos un grupo más pequeño, de alrededor de unas cuarenta personas; pero, además, contamos con otros equipos independientes, algo así como satélites, distribuidos en distintas localizaciones. Mientras que en Alibag construíamos nuestros propios proyectos, aquí, en Saat Rasta, la nueva estructura es más autónoma y permeable. Nos permite agilidad, diversidad y capacidad para improvisar durante el desarrollo de las ideas, a la vez que facilita el que contemos con nuevos medios y métodos para afrontar situaciones muy diversas. Al margen de las condiciones físicas de uno u otro lugar, el concepto del trabajo sigue siendo el mismo. Todo queda a la vista, de un modo fluido, flexible, listo para ser utilizado. Me gusta rodearme de dibujos y objetos, incluso si carecen de propósito aparente, porque siempre acaban formando parte de la propia conciencia, de la vida cotidiana. De este proceso emerge una relación fértil, que también se manifiesta de una manera natural en el trabajo.

¿Cómo organiza los distintos equipos o comunidades que coexisten en Saat Rasta?

Diría que la organización del estudio es una actividad en sí misma. El espacio principal, donde trabajo la mayor parte del tiempo, cambia de un modo constante. Lo que se mantiene es el trasiego continuo de la investigación y el indagar sobre materiales de cuya expresión el ser humano sea parte esencial. Más que como un lugar, entiendo este espacio como un entorno desde el que se opera.

Los artesanos vienen con frecuencia al estudio y colaboran con nosotros cuando se lo requerimos. En su caso, también están interesados en convertir su trabajo en un mecanismo o sistema; lo entienden como un medio. Nuestra comunicación con ellos es fluida y espontánea. Les describo verbalmente una idea y, enseguida, la hacen propia. Su interpretación es el paso siguiente, de modo que lo que surge a partir de ahí es nuevo para ambas partes.

Se trata de un intercambio continuo, un proceso que se sustenta en los ajustes que cada uno debe hacer para lograr un propósito común, sorteando las restricciones o requerimientos específicos en cada caso. Para mí, la arquitectura es el resultado de todas estas fuerzas colectivas, un tejido del que yo mismo formo parte. Es algo que estoy empezando a entender y aceptar.

¿Cómo funciona la autoría en este contexto?

Considero que hay un problema en relación con la idea de autoría absoluta. Desde luego, alguien debe arrancar con un pensamiento o con un gesto; en esa génesis ya existe un movimiento, del que yo soy parte. Por ejemplo, piensen en el escultor que inició los trabajos de las cuevas de Ellora (Elapurā), el ser humano que dio el primer golpe contra la roca y que siempre supo que nunca vería aquel espacio terminado. Pero ya existía en él. Entonces, ¿cómo pudo implicarse en la comunicación de un propósito que se inició hace cientos de años y transmitirlo más allá? El anonimato de ese acto denota grandeza, porque ¿quién es el autor de todo aquello?

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Studio Mumbai, El Croquis 200 PDF Gratis



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