Cristina Díaz Moreno y Efrén García Grinda - Una Conversación con Anne Lacaton y Jean Philippe Vassal
Edición Digital
Formato PDF - 27 páginas
Placeres Cotidianos. Una Conversación con Anne Lacaton y Jean Philippe Vassal
INVERNADEROS Y LA CASA LATAPIE
Nos gustaría comenzar esta entrevista hablando de sus primeras obras. Sorprendentemente, buena parte de los temas desarrollados con posterioridad en su trabajo ya se encontraban presentes con claridad en la Casa Latapie. ¿Cómo entraron ustedes en contacto con los clientes, y cómo se desarrolló el proyecto? ANNE LACATON: Los clientes se pusieron en contacto con nosotros por casualidad, y comenzamos con algunas reuniones. Eran muy reservados y nos explicaron que habían dibujado algunas plantas después de considerar el instalar en el solar una casa de catálogo, pero no quisieron enseñarnos sus dibujos. Vivían en un bloque de viviendas próximo al solar, y en la primera cita empezamos por hablar de su caravana azul claro, y de las vacaciones que solían pasar junto al mar en el sur de España. Desde el principio, tratamos de superar el acercamiento a través del programa, desmontando cualquier idea convencional preconcebida que ellos pudiesen tener y, ya que no sabíamos cómo involucrarles en la conversación, nos llevamos algunos libros, uno de ellos sobre las Case Study Houses. Comenzaron entonces el proyecto conversando…
JEAN PHILIPPE VASSAL: Sí, y resultó también interesante el salir con ellos después de haber hablado de ir a la playa con la caravana, y el comer con los niños en una mesa frente al mar. Tratamos de explicarles los sistemas de invernaderos agrícolas; así es que acabamos visitando campos de cultivo y pasando horas en invernaderos hablando sobre arquitectura, al lado de los agricultores; una situación muy extraña. Esta fue la primera propuesta que planteamos —traen una pequeña maqueta con dos piezas de madera dentro de lo que parece ser un invernadero—. AL: Estábamos, de hecho, realmente implicados en cambiar los estándares domésticos y, ya que se trataba de nuestro primer encargo, al hablarnos de las casas de catálogo y de su espacio realmente escaso y limitado —alrededor de 75 m2— nos empeñamos en hacerlo radicalmente diferente y mejor, multiplicando la superficie para obtener un espacio dos veces mayor.