Embajada de los Países Bajos en Berlín
Alemania, 1997 2003
En la estela de la reunificación alemana, el gobierno decidió trasladar la capital a Berlín.
Los Países Bajos, que habían vendido el solar de su antigua embajada después de la guerra, pudieron elegir otro emplazamiento; y escogieron Rolandufer en Berlín Mitte, el centro y primer asentamiento de la ciudad, próximo al (nuevo) distrito gubernamental de su principal socio comercial. El cliente demandaba un edificio aislado, que integrase los requerimientos de seguridad civil convencionales y que transmitiese al mismo tiempo el talante abierto del país y de la sociedad holandesa.
Las directrices urbanísticas tradicionales (del antiguo Berlín Oeste) exigían que el nuevo edificio completase una manzana a la manera del siglo XIX; por su parte, los responsables del urbanismo del antiguo Berlín Este tenían una mentalidad más receptiva frente a nuestra propuesta, consistente en un cubo aislado sobre un podio que cerraba la manzana. Asumimos el proyecto de todo el emplazamiento, e intentamos una combinación de obediencia (completar el perímetro de la manzana) y rebeldía (construir un cubo aislado).
© 2012 EL CROQUIS S.L. Edición digital: ISSN 2174-0356